Como ya sabrás si has llegado hasta aquí, soy psicóloga especializada en ansiedad, pero antes de ser terapeuta, fui paciente. Tenía solo 9 años cuando fui por primera vez a terapia para trabajar mis miedos y mis primeras crisis de ansiedad que aún no sabía ni lo que era eso. Ahí empezó todo.

Siempre he sido muy autoexigente. El miedo a decepcionar a los demás ha estado muy presente en mi vida. Supongo que no es casualidad que gran parte de las personas que acompaño hoy compartan ese mismo perfil.

Durante mucho tiempo viví esto como una debilidad. Hoy, lo veo como mi mayor fortaleza. Creo firmemente que solo cuando has convivido con tus propias sombras, puedes ayudar de verdad a otra persona a mirar las suyas. Y te aseguro que yo me las conozco bien…

Una de las cosas que más repito en sesión es que tener ansiedad no significa estar rota. No eres débil. No estás sola. Hay muchísimas personas que lo viven, y cada vez más se animan a dar el paso para afrontarlo.

Eso sí, no te voy a mentir: no es fácil. Nadie nos enseña a gestionar la ansiedad, y es completamente normal necesitar ayuda. Por eso estoy aquí, para acompañarte desde un lugar seguro, sin juicios y con total humanidad.